El costo salarial argentino en dólares está a punto de llegar a su máximo en 25 años
En 2015 el promedio de los sueldos formales privados brutos se ubicará en u$s1.516 y se asemeja al de fin de ciclo de Martinez de Hoz
Otro trasfondo del derrumbe exportador y del nivel de competitividad del tipo de cambio es el nivel récord con que finalizaría el costo salarial en dólares.
Casi en consonancia con el fin de ciclo de la gestión de Martínez de Hoz 1980/81, las estimaciones de M&S Consultores indican que en 2015 el promedio de los salarios mensuales formales privados brutos se ubicará en u$s1.516, o el equivalente a u$s8,6 la hora.
De cerrar el año en este promedio el costo salarial en dólares recupera el 16,5% respecto de 2014 (acumularía un 80% desde 2009) gracias al efecto conjunto de la concreción de las paritarias, la estabilidad del tipo de cambio y la desaceleración inflacionaria.
Habría que retrotraerse hasta comienzos de los '80 para ver un costo salarial en dólares similar.
En 1980 el promedio se ubicó en u$s1.759 con el fin de la tablita cambiaria y el advenimiento de la crisis financiera, para luego caer en 1981 a u$s1.184 tras la devaluación de comienzos de año.
De ahí en adelante el costo salarial en dólares deambuló entre los 500 y 800 dólares (el máximo en 1984 con 848 dólares a pesar del proceso inflacionario) para caer al menor nivel en 1989 a 389 dólares, con la hiperinflación.
Luego la convertibilidad daría lugar a un nuevo proceso de recuperación del salario real que tuvo su récord en 1995 con u$s1.349 y cerró en 2001 a u$s1.147. La crisis derrumbó el costo salarial en dólares en 2002 a 373 dólares para luego iniciar una tendencia positiva que coronó su pico en 2013 con 1.486 dólares.
Para la industria exportadora constituye sin duda uno de los desafíos para el próximo año y también para el Gobierno entrante. No será sencillo recuperar la competitividad vía salarios. Más allá del efecto pass-through (el traspaso de la devaluación a los precios internos) esto enmarcará a las paritarias del próximo año, en medio de amagues de ajustes tarifarios y de otras variables, según Ambito Financiero.
La dimensión del atraso cambiario estimado por el mercado implica un ajuste del 50%.Cálculos del Estudio Broda dan cuenta que respecto del promedio histórico desde 1960 el tipo de cambio nominal debería aumentar un 54% mientras que en relación con el promedio histórico desde 1980 sería del 45 por ciento.
Las evidencias reflejan el trasfondo de la tensión cambiaria entre las que destaca M&S que el tipo de cambio real está apenas por encima del promedio de la convertibilidad y entre loscinco más bajos de las últimas seis décadas; el tipo de cambio real contra el euro también se ubica en los niveles promedio de los 90 (la caída fue muy pronunciada el último año: un 30%); la paridad del peso contra el real está en el peor momento, como cuando Brasil devaluó en 1999 y la Argentina mantuvo el 1 a 1 (en los últimos 12 meses el tipo de cambio real bilateral se desplomó 40%); y el peso perdió competitividad contra la mayoría de las monedas de la región, en términos reales y nominales.
A esto hay que sumarle el nivel récord del costo salarial en dólares, los problemas de competitividad del sector manufacturero, la crisis exportadora de las economías regionales y el impacto del trípode precios-dólar-retenciones hace que los productores de soja reciban un 15% nominal menos que hace un año y el 25% real menos. Mientras se esfuma el superávit comercial pese a la caída de las importaciones y crece el déficit de la cuenta turismo más el récord del dólar "ahorro".-
Fuente de la Información: www.iprofesional.com